Curry vegano de garbanzos, en slow cooker

Curry vegano de garbanzos, en slow cooker

El otoño ya está más que instalado y toca platos de cuchara.
Los de toda la vida están muy buenos, pero como en la variedad está el gusto también apetece ir probando otras ideas.

Últimamente he visto en la red alguna receta de curry de garbanzos con mango, en plan más exótico y añadiendo un puntazo dulce, que seguro que también está buenísimo.

Pero mi versión de hoy es menos arriesgada, más clásica a pesar del toque oriental del curry.
Por eso puede tomarse sola al estilo de un potaje tradicional, o acompañado con arroz (u otro grano de nuestra elección).

Ingredientes (para 4-6 personas)

  • 2 vasos de garbanzos
  • 1 zanahoria grande
  • 2 patatas
  • 1 diente de ajo
  • 1 cebolla pequeña
  • 1 cucharada de jengibre fresco
  • 1 cucharada de curry en polvo
  • 3 vasos de caldo de verdura
  • 1 vaso de salsa de tomate
  • sal y pimienta

Preparación

Comenzaremos remojando los garbanzos (como siempre unas 8 horas) y luego cociéndolos.
Si los queremos hacer en la Crock Pot normalmente utilizaremos la temperatura ALTA durante unas 10 horas, pero en este caso me gusta programarlos para cocerse durante la noche «solo» 8 horas y por la mañana añadir el resto de ingredientes para continuar la cocción.
Por supuesto, también pueden cocerse en una olla convencional o incluso comprarlos ya cocidos. Cada cual con su preferencia personal.

Por otro lado, pelamos y picamos la cebolla, el ajo y el jengibre. También pelamos y troceamos la zanahoria.
Salteamos todo en una sartén con aceite.
Salpimentamos al gusto, añadimos el curry y retiramos del fuego. Lo reservaremos en una fiambrera refrigerada hasta que los garbanzos estén cocidos.

Pelamos y troceamos las patatas, y también las reservamos pero en este caso las dejamos a remojo en agua. También en la nevera.

Por la mañana, cuando los garbanzos estén ya casi cocidos por completo retiramos el exceso de agua si lo hubiese (al gusto, hay quien lo prefiere más caldoso y hay quien menos) y agregamos tanto las verduras como las patatas y la salsa de tomate.
Dejamos que se cocine todo junto durante 6 horas en BAJA.

Si queremos servir a más comensales, basta con acompañar con algo de arroz (o cuscús, o quinoa, o la guarnición que prefiramos) para que dé más de sí.



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