Pan de molde crujiente

En el tema de los panes voy probando recetas nuevas con mucha lentitud. ¡Y eso que tengo un montón!
Es que me gusta mucho como me queda el pan rústico, por eso es el que preparo casi siempre, y si ando justita de tiempo suelo preparar una pieza de pan irlándés o un pan de maíz, muy sencillitos los dos.
Ese es mi trío de ases.

El pan de molde es un poco un caso aparte, porque lo hago en esas contadas ocasiones en las que se nos antoja un sandwich o algo asi, y aunque he probado un par de recetas que me gustan (tanto blanco como integral) la verdad es que no me apetece serle fiel a ninguna.
Así que supongo que en panadería esta es mi área más experimental.

Este pan viene enriquecido con huevo, lo que hace que resulte un tanto más contundente.
Queda distinto, le da un toque diferente.

Creo que a quien le gusten los panes con corteza, este les parecerá un pan de molde mejorado, por ese punto ligeramente crujiente que tiene.
Pero me temo que los que quieren que el pan de molde sea todo miga no estarían en absoluto de acuerdo.

Ingredientes

  • 1 huevo
  • 1 yema de huevo
  • 1 taza agua
  • 4 tazas harina de fuerza
  • 1 taza harina integral
  • 2 cucharaditas sal
  • 2 cucharaditas azúcar
  • 12g levadura fresca
  • 2 cucharadas soperas mantequilla

Preparación

Batimos ligeramente el huevo con la yema.
A continuación añadiremos agua templada hasta completar una taza y media.
Este paso podemos hacerlo en un vaso medidor si lo deseamos, ya que una taza y media equivale a 300ml.
Desleímos la levadura en la mezcla.

En un cuenco, tamizamos la harina con la sal y el azúcar.
Agregamos la mantequilla troceada y trabajamos con las manos hasta que vaya adquiriendo una consistencia parecida a la de las migas de pan.

Hacemos un hueco en el centro y vertemos el líquido en él.
Mezclamos con una cuchara de madera hasta que la masa empiece a agulutinarse, y después la trabajamos con las manos hasta que se separe de las paredes del cuenco.
Entonces amasamos durante unos 10 minutos.

Engrasamos las paredes y el fondo de otro cuenco, en el que depositarems nuestras bola de masa.
Tapamos con un paño húmedo y dejamos leudar en un lugar cálido hasta que doble su volumen, lo que le llevará al menos una hora.

Transcurrido ese tiempo, volcamos de nuevo la masa sobre la mesa, la apretamos con el puño y trabajamos un minuto más.
Engrasamos un molde alargado y damos a la masa la forma apropiada.
La introducimos en el molde con la doblez hacia abajo y dejamos leudar, tapada con un paño húmedo, otra media hora en un lugar cálido.

Precalentamos el horno a 220ºC.
Cuando el horno esté caliente los introducimos en el mismo, y horneamos unos 30 minutos, hasta que la corteza se dore.
Dejamos enfriar sobre una rejilla metálica antes de consumir.

Fuente | Pan recién hecho | Love food



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