Falafel
Curioso plato el falafel.
Se compone de unas bolitas fritas, muy parecidas a nuestras albóndigas. Parecidas por fuera, claro, porque por dentro no tienen nada que ver.
No son unas jugosas bolitas de carne, sino unos cundentes bocados de garbanzos gustosamente especiados con hierbas variadas.
Unos dicen que es originario de Egipto, otros que lo es de la India, aunque supongo que está tan popularizado por todo oriente próximo y oriente medio que podría ser de cualquier sitio. O de todos.
Claro que también hay variantes a lo largo de tantos países, con habas por ejemplo, aunque la que he probado yo hasta el momento la asocio sobre todo con la comida kurda.
La receta la vi en La cocina de Aisha, y supe que tenía que darle una oportunidad, aunque no tenía tan claro como ajustar las raciones para dos personas.
Con las cantidades que se indican a continuación, basta acompañar con una sencilla ensalada para tener todo un señor plato cundente para dos, pero si queremos hacerlo como entrante sería suficiente para cuatro.
Este plato pide además a gritos una salsa de yogur para acompañar, mejor la versión clásica o a lo sumo con unas pocas hierbas para no deslucir el curioso sabor del falafel.
Ingredientes (para 2-4)
- 400g garbanzos
- 1/4 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 2 cucharas soperas harina de garbanzos (o integral de trigo)
- perejil, cilantro, comino
- aceite, sal, pimienta
Preparación
Pondremos los garbanzos a remojo al menos 8 horas antes de comenzar la preparación. Si puede ser más, mejor.
Los escurrimos bien y los trituramos.
Un procesador de alimentos apropiado se hace indispensable; yo utilizo la batidora de vaso para estas labores y la verdad es que se le hizo un poco cuesta arriba.
Pelamos y picamos finamente la cebolla y el ajo.
También picamos las especias, que preferiblemente serán frescas; la cantidad que deseemos, eso va en gustos.
Lo añadimos todo a la masa de garbanzos junto con la harina, salpimentamos y mezclamos bien.
Vamos tomando porciones no muy grandes y formando bolitas. Es recomendable dejarlas reposar durante aproximadamente una hora, para que pierdan un poco de humedad.
Las freímos en abundante aceite.
Fuente | La cocina de Aisha