Cake de calabacín y queso curado

El calabacín es, al igual que la zanahoria o la calabaza, uno de esos vegetales que quedan muy bien en preparaciones dulces.
Al principio sorprende un poco ver recetas de bizcochos de calabacín, pero llega un momento en el que se acaba por ver de lo más normal, como quien dice tarta de zanahoria o dulce de calabaza.
Tanto es así que me siento un poco obligada a avisar que este cake es salado.

En el blog ya he publicado esta receta de bizcocho dulce de calabacín, así que ahora le toca el turno a esta versión salada que había en uno de mis libros de recetas.
La receta original llevaba queso parmesano pero yo lo he sustituído por un queso curado de sabor fuerte, y el resultado es igualmente bueno.

Eso sí, la emoción del peque al ver bizcocho duró solo un bocado. Está claro que él lo hubiese preferido si fuese dulce.

Ingredientes

  • 250g calabacín
  • 100g queso curado
  • 100g queso semicurado
  • 200g harina
  • 15g levadura química
  • 3 huevos
  • 100ml vaso leche
  • 100ml aceite
  • mantequilla, sal, pimienta, albahaca

Preparación

En un recipiente amplio mezclamos la harina y la levadura.

Por otro lado, batimos los huevos con el aceite y la leche. En lo que respecta al aceite he utilizado la mitad de aceite de oliva y la otra mitad de girasol, ya que el aceite de oliva que suelo comprar tiene un sabor muy fuerte para este tipo de preparaciones, pero esto va en gustos.
Salpimentamos y lo incorporamos lentamente a la harina para obtener una mezcla sin grumos.
Dejamos reposar en la nevera mientras preparamos el resto.

Lavamos el calabacín y lo rallamos.
En una sartén derretimos una cucharada de mantequilla y doramos el calabacín ligeramente.

Precalentamos el horno a 180ºC.
Engrasamos un molde de cake alargado. Normalmente lo encamiso (es decir, añado una fina capa de harina por encima del engrasado) aunque dependiendo del molde puede que no sea necesario.

Rallamos el queso y lo juntamos con el calabacín y la masa, espolvoreamos con albahaca y procuramos obtener una mezcla más o menos homogénea.
Vertemos en el molde y horneamos durante 50 minutos.

Esperamos a que enfríe antes de desmoldarlo.
Se consume tibio o frío. Y se conserva bastante bien, por cierto.

Visto en | Quiches, tartas & cakes | Ilona | RBA



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