Pan de chapata

La chapata (ciabatta) es un pan de origen italiano que cada vez se ve más en las panaderías, supongo que porque su forma aplanada hace que resulte muy práctico para cortar por la mitad y hacer unas tostas o bien un bocata.

La primera vez que lo preparé en casa me lo tomé un poco como un reto, porque había leído en más de un sitio que las masas húmedas como esta son algo difíciles de trabajar.
¡Pues a mí me parece todo lo contrario!
Son blanditas y manejables, elásticas, y permiten unos amasados mucho más dinámicos.

Tanto me gustan que he ido añadiendo un poquito más de humedad a otras de mis recetas, tanto de pan como de pizza.
Pero eso es otra historia, que me voy por los cerros de Úbeda.

Mi libro de recetas de pan de referencia tiene una para hacer tres chapatas.
En el primer momento me dije que tres eran muchas, así que reduje la proporción de ingredientes e hice una sola.
Me gustó, y repetí unas cuantas veces, pero acabé entendiendo el porqué de hacer tres a la vez: el proceso de elaboración es tan lento y la velocidad a las que nos zampamos este pan tan rápida que casi no da tiempo a tener una lista tras acabar la primera.

Así que decidí hacer las tres, sí, pero aprovechando para congelar dos de ellas en un estado avanzado de la preparación.
Y de ese modo, cuando no tengo tiempo o ganas, solo tengo que descongelar y hornear para tener un delicioso pan fresco.

La de la foto es una chapata congelada.
Y se ve bien rica, ¿no?

Ingredientes (para 3 chapatas pequeñas)

Para el prefermento:

  • 3 tazas harina de fuerza
  • 15g levadura fresca
  • 1 taza agua

Para el segundo paso:

  • 1 3/4 tazas agua
  • 4 cucharadas soperas leche
  • 4 2/2 tazas harina fuerza
  • 25g levadura fresca
  • 3 cucharadas sal
  • 3 cucharadas soperas aceite oliva

Preparación

Empezaremos a preparar nuestras chapatas el día antes, comenzando por el prefermento ya que require un largo reposo.

Templamos el agua, sin calentarla en exceso, y desleímos la levadura en ella.
Mezclamos con la harina y trabajamos la masa durante unos 5 minutos, hasta que esté homogénea y elástica.
La introducimos en un cuenco, lo tapamos con un paño húmedo y dejamos reposar en un lugar cálido durante 12 horas.

Trascurrido ese tiempo, llevamos a cabo el segundo paso.
Templamos el agua con la leche y desleímos la levadura en ellas.
Agregamos el prefermendo del día anterior y removemos con una cuchara de madera para que se vayan mezclando.
Vamos agregando la harina a puñaditos, poco a poco, y finalmente eñ aceite y la sal.

Esta masa es muy húmeda, eso es normal y no debemos añadir más harina.
La introducimos en un cuenco, lo tapamos con un paño húmedo y dejamos reposar en un lugar cálido durante otras 2 horas.

Finalmente la dividimos en tres partes, que estiramos dándoles forma rectangular.
Si optamos por congelar alguna, las estiramos sobre un trozo de papel de horno suficientemente grande como para luego plegarse tapándo nuestra chapata por todos los lados. ¡Y al congelador!
Cuando queramos descongelarlas, podemos dejarlas toda la noche en la nevera y luego continuar con el proceso normalmente. Si tuviésemos prisa, podemos también descongelarlas a temperatura.

Espolvoreamos con harina y dejamos leudar durante 30 minutos más.
Mientras tanto, precalentamos el horno a 220ºC.

Horneamos nuestras chapatas durante unos 25 o 30 minutos, hasta que la corteza empiece a dorarse.
Dejamos enfríar sobre una rejilla antes de cortar.

Fuente | Pan recién hecho | Love food



7 pensamientos sobre “Pan de chapata”

Responder a AishaCancelar respuesta